miércoles, 18 de abril de 2012

Dos Cuencas



Son solo dos minutos cada día. Las primeras veces se deformaba toda la visión, se veían figuras abstractas que cambiaban constantemente, ocasionalmente acompañadas de algunos gemidos. Las últimas tres veces me impresionó cuan constante se mantuvo la imagen, sólo parpadeo dos veces y sin embargo no cambio la forma.

Hacía 247 veces que no me sentía tan ansioso como ahora, no recuerdo a cuantas veces empecé a perder la noción de mi cuerpo, no sé como estoy vivo, sin embargo como ya dije hace 247 veces no entraba en este tipo de reflexiones, en esta conciencia. Ese sonido indicaba que llegaba el momento:

Oscuros agujeros, podía detallar cada milímetro, trazar un mapa de la alternancia de protuberancias, hacer una ruta hasta las pupilas, donde no lo pude evitar, volví a llorar.

Tomás I. Ruiz L.